En lo que refiere a la cultura, el sentido es díficil de apresar y las ideas se tornan distintas, ingenuas, seguras... Todos sabemos decir lo qué es cultura y todos dudamos de haberlo definido del todo. Eso es lo que resulta atractivo de la cultura, la sensación de no tener su clara imagen, de nunca saber si lo dominas o te domina ella a ti. En mi caso eso me atrae enormemente. El nunca terminar de ser etiquetada, el atreverse a romper con las normas del lenguaje y la definición. Pero hay algo más que me atrae de ella, que es de la humanidad, que es el humano quién proyecta en el mundo las sensaciones que otros tal vez solo experimentamos, que no es poco, pero que algunos consiguen mostrar siempre de otra manera. La cultura entonces crece felizmente y continua en el mundo mientras algunos de los humanos que la rozaron desaparecieron, pero que otra gente la descubre, la hace suya. Siente que su experiencia es la experiencia que ese trocito de cultura le muestra. Otra persona sintió y mostró, una nueva lo revivé desde una nueva armonía experiencial.
La cultura pues, desarrolla experiencias, sensaciones y con ello crecen las mentes críticas, las palabras, las nuevas ideas. El intercambio y el mundo es lo que la cultura más siente suyo, porque el ser humano la crea pero ellos desaparecen y ella continua proyectándose, renovada en su sentido y sus sensaciones para otra gente.
Fátima.
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